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Los ingredientes secretos del Instituto Aurora Rossells que ponen, en la “buena mesa”, nuevas visiones empresariales

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Fecha: 
16 Febrero, 2018

Fuente:

Autor: 
Denisse Hanna Z.

Desde hace unos años y bajo el modelo sociocomunitario productivo impulsado en el país, la formación técnica asumió nuevos retos en varios Institutos y Centros  que vinculan la propuesta formativa con la generación de emprendimientos guiados y monitoreados por los(as) docentes y facilitadores.  En este contexto, la carrera de Gastronomía del Instituto Aurora Rossell de la ciudad de Sucre (Chuquisaca) es un valioso ejemplo que, gracias la puesta en marcha de Ferias, con Fondos Rotatorios, logró impactar en la generación de microempresas.

La iniciativa de las Ferias gastronómicas surgió como una idea de las docentes de la carrera  Olga Campos y Wendy Salinas quien estaban convencidas de que los(as) participantes no sólo debían desarrollar competencias en la preparación de alimentos o tener nociones de cómo ser emprendedores, ellas deseaban implantar espacios de práctica real que permitieran  a los(as) estudiantes comercializar productos, generar sus propios ingresos y tener una idea más cercana de cómo funciona un negocio o ser un emprendedor.

Según explicación de Javier Campos Navarro, rector de este Instituto, “El uso de un fondo rotatorio en las Ferias es parte de una estrategia dirigida al desarrollo de competencias de empleo y autoempleo que permite a los jóvenes participantes financiar sus productos gastronómicos, identificar vocaciones e intercambiar experiencias, saberes y conocimientos”.

Los condimentos iniciales…

La metodología utilizada por las docentes, desde la gestión 2007, fue la conformación de equipos para la elaboración de planes productivos a manera de evaluar los conocimientos adquiridos por los(as) estudiantes. En cada equipo, los miembros del mismo se distribuían funciones para la compra de insumos, preparación de los alimentos, estrategias de oferta, innovaciones en las prácticas gastronómicas y la venta de fichas; plan que debería culminarse en una feria interna en el Instituto en la cual los clientes eran los(as) compañeros(as) de otras carreras. 

En todo este proceso se implementó un Fondo Rotario que contó con ingresos para financiar las compras de los alimentos y operaciones de logística, situación en la cual el Instituto y los propios estudiantes concedieron, en calidad de préstamo, un dinero que fue utilizado para implementar las Ferias. Poco tiempo después éstas comenzaron a generar más ganancias y, los ingresos obtenidos, abrieron nuevas puertas para su reinversión, a la par de propiciar la participación  en otras Ferias a nivel departamental y nacional.

En el ámbito curricular, en un primer momento, sólo estuvo incluida la asignatura de Cocina pero posteriormente se  incorporaron los módulos de Matemáticas, Lenguaje, Mercadotecnia, Inocuidad, Psicología Organizacional y Gestión de Calidad, complementadas con temáticas como  Empleabilidad  y Emprendedurismo, estas últimas impulsadas con el apoyo de la Fundación FAUTAPO.

Inocencia Padilla recuerda que “Antes de ingresar al instituto me sentía intimidada por buscar trabajo, pero en cada clase que pasé y con todo lo que aprendí de mis docentes y compañeros pude desarrollar mucha seguridad en el ámbito laboral, lo que me permitió ser más competitiva y abrirme a las oportunidades que se presentaron para mí. Entendí entonces que conocimientos tales como organización, limpieza y manejos de utensilios y equipos de cocina eran valiosos para ser eficiente en el trabajo y conocimientos”.

Una pisca de visión empresarial para proyectarse

En la medida en que se realizaban más Ferias los(as) los estudiantes apreciaron mejor cómo emplazarse desde una visión empresarial  y ampliar su experiencia de cómo trabajar con clientes, situación que les permitió lograr ofertas gastronómicas de favorables impactos; a la par de ganar prestigiosos premios para el Instituto en Ferias a nivel nacional como la realizada en la gestión 2014 en Potosí y en La Paz en la que se ganó premios en las categoría de  Investigación e Innovación de Productos.

Sobresalió en todo esta actividad la conformación de planes de negocios por grupos o pequeñas microempresas que fueron revisados y aprobados por docentes de la Carrera y rector, mismos que eran sujetos a desembolsos provenientes de los Fondos Rotatorios. Pasado el evento, todos los grupos entregaron al  Instituto la suma de dinero prestado e informe respectivo.

Debemos destacar también que algunos grupos que se conformaron en el marco de esta actividad se animaron a trabajar en emprendimientos propios como es el caso de Elizabeth Ortega, una estudiante que cuenta que gracias a sus aprendizajes tomó la decisión de emprender su propio negocio, un restaurante llamado “Pico Loco” en la ciudad de Sucre.  “El conocimiento que me dio el Instituto me permitió conocer y luego preparar comida criolla y china”, dice, señalando que también incursionó en el servicio de catering.

El cliente siempre tiene la razón

Las Ferias permitieron a los(as) participantes un  contacto directo con el mercado laboral y los clientes.  El docente Alexander Soto indica que los estudiantes aprendieron a seguir las pautas que delineaba su clientela como los cambios que se debían hacer en el menú, los productos de mayor demanda, la calidad de los alimentos, la higiene y la buena presentación de los mismos, los horarios más adecuados de atención y otros aspectos necesarios.

En el área de emprendedurismo se les enseñó que “el cliente siempre tiene la razón”, nos explica Soto  y que hay formas de lidiar con personas muy exigentes sin perder la compostura y la cordialidad.

El contacto con los clientes hizo que los alumnos crearan nuevos planes productivos para ponerlos en funcionamiento y, de esta manera, se ajustaron los procesos de acciones como la administración de manera eficiente de los recursos, tener una idea cabal de la demanda y reconocer cuándo se debe innovar las ofertas.

Los sabores intensos de un buen aprendizaje…

  • El proceso formativo se articulo con el mercado laboral y los estudiantes logaron desarrollar una visión empresarial.
  • La utilización de Fondos Rotatorios enseñó, en la práctica, el manejo de recursos económicos y  su importancia al momento de administrar un emprendimiento.
  • Las Ferias gastronómicas proporcionaron la oportunidad de experimentar operaciones comerciales y de contacto con clientes reales.
  • Los docentes también desarrollaron una visión empresarial desde la formación, ya que proyectaron a la Carrera de Gastronomía como una oferta formativa  de excelente nivel profesional.
  • Los(as) participantes lograron un espíritu emprendedor para asumir desafíos y riesgos.