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Cristian Rojas: “Yo no dudo, yo me arriesgo”

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Fecha: 
15 Julio, 2019

Fuente:

Autor: 
Denisse Hanna

Cristian, un joven afroboliviano del Departamento de Pando y estudiante del Centro de Educación Especial (CEE) Cobija B, cuenta que desde que nació no tenía las piernas y que siempre utilizó silla de ruedas.   Explica que también fue a otros centros educativos donde no se sintió a gusto pero que, al entrar en el CEE Cobija B, descubrió que sus inquietudes se hacían realidad a través de su formación en metalmecánica y la producción de piezas tanto utilitarias como artísticas.

Siendo un estudiante en silla de ruedas cuenta que es un buen deportista y amante de su trabajo en metalmecánica, gracias a al impulso que le dieron el profesor de su carrera y director del Centro. “Yo tomo mi discapacidad como una ventaja… yo no dudo, yo me arriesgo”, dice sonriente Cristian a momentos de explicar que no es una persona que se cierra la sociedad.  Indica que, por el contrario, él aprecia que la sociedad le diera su corazón y afecto para poder avanzar.  “Me hice conocer como buen deportista en los plurinacionales y soy reconocido tanto en mi ciudad como a nivel nacional”, indica contento.

Su perseverancia como persona y su dedicación como estudiante hace que Cristian hoy, luego de un tiempo de formación en el CEE Cobija B, pueda elaborar y vender productos en carpintería metálica como parrillas que son elaboradas a demanda de los clientes u objetos de arte que sus clientes, según afirma, colocan en sus oficinas o casas.    Estas piezas son elaboradas con la orientación de sus docentes en el CEE y, a veces, con el apoyo de otros estudiantes quienes se dividen el trabajo en tareas como cortes de metales o diseño. Cuenta que algunas piezas, como un gato que elaboró, puede venderlas a un precio de Bs. 400 por los detalles y calidad que ha logrado en estas obras.

Confiesa que no salió bachiller pero que pronto ingresará al CEMA que le permitirá concluir su enseñanza secundaria.  También explica que, sobre la profesión que ejerce, metalmecánica, no sabía prácticamente nada.  “Empecé en metalmecánica desde cero, aprendí sobre el manejo de las imágenes, las herramientas y sus usos, la medición y los voltios que necesitan las soldaduras”, explica.

Sobre el trato diario con la sociedad, Cristian declara que, de a poco, la gente se puede dar cuenta que él puede mucho.  Muchas veces ha percibido que, por ser joven, no es tomado en cuenta como una persona que puede asumir todo tipo de trabajos y con responsabilidad.

“Si alguien tiene una disparidad que la aproveche y que no se encierre por más que su familia no le de apoyo... siempre hay gente que le echará una mano o le brindará ayuda como la gente de inclusiva”, dice Cristian al referirse a los docentes que trabajan con gente especial.

Al finalizar esta conversación resalta el apoyo que le dió su familia. “Mi familia ha sido lo más importante, ellos nunca me trataron con pena” cuenta Cristian y aclara que en el ámbito de estudios el Cobija B le brinda mucho para seguir avanzando.

El Centro mencionado en esta nota es parte del sistema público de educación dependiente del Ministerio de Educación del Estado Plurinacional de Bolivia.