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La educación, a través de un lente

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Fecha: 
5 Noviembre, 2012

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El pasado 13 de agosto se estrenó en internet La educación prohibida (2012), que a la fecha registra más de medio millón de descargas de su sitio virtual, más de cuatro millones de reproducciones en la red y alrededor de 50.000 asistencias en las 850 exhibiciones en Iberoamérica que el portal de la película registra. Además este proyecto es estrictamente independiente.

 COLABORATIVA. Considerada no sólo como un fenómeno dentro de los nuevos medios, desde su modo de producción hasta las formas de recepción, este auténtico fenómeno social y cultural se plantea como un recurso de valor pedagógico. Ideada y dirigida por German Doin, estudiante de comunicación audiovisual; esta obra es la primera película en español que es financiada mediante un modelo de crowdfunding o financiación en masa por la forma de adquisición de los recursos. Se enmarca bajo la licencia creative commons, del tipo copyleft. Por tanto, como sugiere la misma película, permite toda forma de reproducción, modificación y alteración del material, sin importar el tipo de exhibición que se realice. En este sentido, desde su modo de producción, colaborativo y bajo la licencia copyleft, La educación prohibida se plantea como algo inusual, raro e incluso como reza el título vedada.

 EDUCACIÓN, ALTERNATIVA. Precisamente el documental, realizado por estudiantes argentinos, cuenta con más de 90 entrevistas a educadores, académicos, profesionales, autores, madres y padres, recorriendo ocho países de Iberoamérica (Argentina, Uruguay, Chile, Perú, Ecuador, Colombia, México, Guatemala y España), en donde se identifican al menos 45 experiencias educativas no convencionales. Además, los realizadores argentinos sospechan que existen prácticas similares incalculables en el resto de los países de la región, las cuales pueden denominarse populares, ecológicas, alternativas, holísticas, entre otras, siempre y cuando se distancien de la educación formal y/o tradicional.

 RESISTENCIA. La educación, en los términos que nos plantea la película, como un derecho y no un bien de consumo, como un espacio de creación y autodescubrimiento y no así un espacio de disciplina, es el tema central de la agenda política en tanto se evidencia el fracaso de un enfoque y modelo pedagógico en favor de la transformación de una formación que no construya consumidores, sino ciudadanos. De este modo, la educación en estos contextos se sitúa como un gesto de resistencia, así también  es importante el acto de pensar, reclamar y debatir hasta alcanzar niveles de organización, teniendo como valores la solidaridad, la tolerancia y el amor; esto, frente a la educación moderna de origen prusiano. Sin embargo, esta resistencia también atañe al modo de producción del documental, puesto que el proyecto demandó dos años para poder recaudar los recursos necesarios para ser realizado. En este sentido, se puede concebir como un ensayo crítico a dos espacios concretos: al cine y a la educación.

INTERROGAR. La educación informal, cualquiera que se presente como libertaria y/o democrática, debe atender a distintas interrogantes. Es o debiera ser como el arte, la construcción de una pregunta en el caos; no el de una respuesta en el orden, por ello los procesos de deseducación permiten, entre otras cosas, devolver a la persona la capacidad de hacer preguntas, mientras que la escuela tradicional está enfocada en las respuestas. El educador debe saber cuestionar, no revelar. De esta manera es que los especialistas, padres, madres, capacitadores y estudiantes en La educación prohibida plantean el carácter subversivo de la educación. Sólo mediante la capacidad de interrogar es que la educación libera. Ésta es una constante en la película, al igual que su acérrima crítica al origen prusiano de la educación moderna y la implementación de modelos industriales de producción como una cadena de montaje para la construcción de ciudadanos concretos. En este sentido, La educación prohibida no cuestiona el carácter estatal de la educación, más parece abogar por una formación democrática. Sin embargo, la película revisa, durante sus 150 minutos de duración, la historia de la enseñanza en occidente en tanto mecanismo de dominación, puesto que alecciona a obreros y homogeniza los imaginarios en favor de la industria cultural. A esto hay que añadir que la educación tradicional, la cual busca desenmascarar la cinta, es elitista, patriarcal, disciplinaria y conservadora.

 SOLIDARIDAD. Pero la película atiende a un elemento fundamental para cambiar la instrucción y así transformar cualquier sociedad: la solidaridad y el afecto como centro y motor de la educación es lo fundamental para poder crecer sanos y poder, desde ahí, ser sujetos socialmente comprometidos. Sin embargo, en el epílogo del filme todo torna hacia una variable, la cual parece ser la clave, al menos para muchos especialistas, para el desarrollo de una persona: el amor. La educación prohibida, además de ser un documento que permite ver y verificar los procesos educativos de los anteriores tres siglos, es un alegato en favor del amor como mecanismo de trasformación social. Reconociendo en éste el fundamento de la transformación social, la educación se torna aún más vedada y reclama una base afectiva y no así un elemento de clase o cultura siempre presente en la formación.