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Medir el nivel educativo de alumnos es fundamental para una reforma

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Fecha: 
18 Junio, 2013

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Merilee Grindle, que dirige el Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Harvard y que es catedrática de desarrollo internacional de esa casa de estudios, estuvo en Bolivia la semana pasada para renovar los acuerdos de cooperación entre esa universidad y la Escuela de Productividad Económica y Maestrías para el Desarrollo de la UCB, que dirige el economista Gonzalo Chávez.

Grindle tiene varias áreas de especialización, entre otras la educación, aspecto sobre el que es autora de varios ensayos y del libro Contra las probabilidades: las persistentes políticas de reforma de la Educación.

Página Siete.- ¿Cómo se puede pensar en reformas a la educación cuando hay sindicatos tan fuertes que lo impiden? En Bolivia y en otros países son los sindicatos los que evitan las reformas en la educación.

Eso es verdad y es cierto en innumerables países. Los sindicatos por lo general respaldan a los gobiernos cuando se trata de aumentar las tasas de acceso en la educación, y eso ha aumentado en Bolivia y en otros países, siendo uno de los factores más positivos registrados en los últimos años.

Pero lo que no ha aumentado es la calidad y allí Bolivia y otras naciones tienen un desafío muy importante. Si no se da ese salto en la calidad de la educación, entonces quienes están siendo formados por la escuela no podrán enfrentarse, cuando terminen su educación, de manera adecuada al mundo laboral, más aún hoy cuando hay tantos desafíos en un mundo más interconectado y global.

Pero para mejorar la educación es necesario utilizar mejor el presupuesto, tener expectativas más altas, tener sistemas de medición, introducir exámenes de calidad a estudiantes y maestros y hacer cambios en el currículo.

Con respecto a los sindicatos, yo creo que no hay una receta, pero en general yo creo en el diálogo y la negociación. Pero cada país ha encontrado formas distintas de hacer esas reformas. Por ejemplo, algunos han logrado “escapar” de esa resistencia de los sindicatos. Chile lo ha hecho subvencionando a las escuelas municipales. Pero claramente hay mejoras en varias partes.

Página Siete.- ¿Cuáles son los ejemplos éxito en América Latina en el campo de la educación?

Bueno, yo diría que los países que sí aceptan estar incluidos en el examen PISA han ido mejorando bastante. Uruguay, Chile, Argentina y, en cierto modo, Colombia están mejor, o menos mal, que el resto de los países. Esos países son los que más esfuerzos han hecho por la calidad de la educación. Pero, sin duda, el único país de la región que tiene una educación comparable a las naciones desarrolladas es Cuba. Allí el maestro es parte de la vida de la comunidad y eso ha permitido esos resultados.

Pero todos tienen que tener en mente que las reformas en la educación, las que ayudan a mejorar la calidad, son de largo plazo, requieren importantes presupuestos, necesitan mucha decisión política y negociación.

Página Siete.- Es interesante mencionar el caso de Chile, que es justamente donde se han producido más protestas por el asunto en los últimos años; se considera que Chile tiene una mejor calidad de educación...

Sí, Chile tiene, según las mediciones, un mejor desempeño que el promedio latinoamericano, pero es verdad que allí se han generado tantos conflictos. Yo lo atribuyo a que la sociedad chilena, que ha mejorado sus condiciones de vida en las últimas décadas, ahora exige más a sus autoridades en el sector educativo. El otro tema que debe resolver la sociedad chilena son los costos, muy altos, de la educación.

Página Siete.- Usted mencionaba también las mediciones a la calidad. El examen PISA, que se realiza en muchos países del mundo, mide el nivel de los alumnos de 15 años. En Bolivia, por ejemplo, las autoridades siempre han rechazado hacer ese examen, que seguramente demostraría nuestro nivel bajo. Todos, autoridades y maestros, le tienen miedo a ese examen.

Bueno, un examen como el PISA u otros son importantes y es comprensible que cause desconfianza de algunos sectores. Los exámenes, es decir las mediciones a los alumnos y maestros, son fundamentales porque ayudan a establecer el nivel de la educación y fijar metas y, después, con el paso de los años, ver si ese nivel ha mejorado o no.

Yo creo que el examen PISA no debe ser considerado como un examen propiamente, sino como obtención de información útil para las reformas y la toma de decisiones. No tendría por qué, si se lo considera como obtención de información, causar temor en nadie. Así debería enfocarse.

No necesariamente se tienen que hacer exámenes internacionales, sino que podría haber exámenes nacionales o departamentales; la información resultante debería ser para saber lo que hay que hacer para que la calidad mejore. Por ejemplo, en EEUU cada padre sabe cómo está el curso de su hijo comparado con otros cursos del mismo colegio, y comparado con colegios del mismo municipio, estado o comparado con el resto del país. Y así también los padres pueden ejercer presión en sus propias localidades.

Creo que en muchos países los maestros deben mejorar su formación, también. Deben tener, ellos mismos, un mejor perfil profesional, tener más autoestima. En muchos países se consideran a sí mismos como trabajadores y me parece que deberían considerarse más bien como profesionales de alto nivel, con más prestigio. El profesor debe tener una mejor imagen de sí mismo.

Por otra parte, los empresarios creo que pueden ser un factor de presión favorable a la educación, puesto que son ellos los que necesitan mejores recursos humanos para su propia actividad.

Página Siete.- Usted mencionó que los padres en EEUU pueden presionar para mejorar la calidad de la educación. ¿Cómo se puede hacer eso en Bolivia?

Como le decía, aceptando los exámenes. Pero hay otro aspecto que se puede mencionar. En Bolivia y América Latina hay cada vez más familias que se incorporan a la clase media, salen de la pobreza. Y cuando ello sucede, y la familia tiene más ingresos, lo que hace, por lo general, es retirar a sus hijos de los colegios públicos y los llevan a instituciones privadas. Eso no está mal pero lo mejor sería que esas familias exijan más a los maestros y los gobiernos mejoren la educación pública, para que no saquen a sus hijos. Yo creo que en algún momento ello va a suceder, como ha ocurrido en otros países.

Pero hay que resaltar que no sólo existen exámenes para obtener información sobre el nivel de los estudiantes, sino que hay pruebas para medir a los profesores. Esos exámenes también son importante que se puedan hacer, medir el nivel de los profesores para mejorar su formación. Donde ha habido, en el mundo, interesantes reformas educativas es porque las clases medias han demandado más, sobre todo de la educación del sector estatal.

Página Siete.- Como se sabe, en varios países de América Latina existe una crisis en la educación pero en EEUU también hay serios problemas, sobre todo en el nivel de la educación primaria y secundaria. Un documental de Michael Moore muestra los terribles problemas de la educación.

Sí, es cierto. El problema de EEUU es que los niveles nacional y estatal tienen poca tuición sobre el sistema educativo; el nivel local, digamos de municipios, es el que tiene una relación directa con el aspecto educativo. Y eso genera que los barrios de las ciudades que tienen menos ingresos no logren financiar a sus escuelas, y los barrios más ricos tienen más recursos para ello. Y así se generan distorsiones en las que casi se están generando dos clases sociales, una que tiene recursos y que sus hijos van a buenos colegios públicos y otra en la que prácticamente la educación que logran es muy deficiente.

Éste es un problema que en EEUU se debate mucho y que es importante enfrentar. El Gobierno central, según una cifra que se mencionaba en años pasados, sólo da siete centavos de cada cien, es decir 7%, a los fondos de la educación. El resto proviene de cada municipio, y dentro de éste, de cada barrio. Esos recursos municipales se toman de los impuestos a los bienes inmuebles, a las propiedades. Entonces, una zona de la ciudad que tiene mejores viviendas, donde pagan más impuestos, tiene más chances de financiar mejor a su escuela.