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¿Cómo vincular al sector productivo-empresarial con la formación técnica superior?

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Fecha: 
26 Abril, 2017

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Autor: 
Inés Mariela Fernández Ortiz -Especialista en Desarrollo Organizacional

La educación técnica se ha convertido en una de las prioridades del Estado Plurinacional de Bolivia que en su Constitución Política del Estado  establece la importancia de este tipo de formación para dinamizar las economías locales y, de esta manera, dejar de ser un país exportador de materias primas. Sin embargo, la primera pregunta que salta al análisis  es ¿cómo vincular la educación técnica con el aparato productivo nacional?, es decir, es necesario repensar la  relación entre  la formación técnica y las necesidades de las empresas productivas y las  del mercado laboral. Actualmente los institutos de formación técnica no promueven este enfoque, sino que se concentran en la parte curricular con escasa o ninguna vinculación con el  contexto y el mercado laboral.

Mesas Multiactorales
El Proyecto“Fortalecimiento de Centros Urbanos”, apoyado por el proyecto Formación técnica profesional de la Cooperación Suiza en Bolivia, a través del consorcio PROCOSI/CEMSE viene trabajando con veinte institutos técnicos y tecnológicos de nivel superior, con el fin de promover un encuentro entre los institutos  de formación técnica  superior  y los actores externos del sector productivo, educativo y social a través de las mesas multiactorales que se convierten en espacios de interacción e intercambio, justamente para dialogar sobre la necesidad de articulación de estos componentes del desarrollo. De acuerdo al nuevo reglamento de Institutos Técnicos y tecnológicos publicado en junio de 2015 por el Ministerio de Educación, -Resolución Ministerial N° 350/2015-, los Institutos técnicos y tecnológicos deben funcionar con una estructura definida en la que se toma en cuenta un Nivel consultivo que establece la existencia de un Consejo Técnico Tecnológico Sociocomunitario Productivo que se constituye en un espacio consultivo que coadyuva al desarrollo de la gestión de formación técnica tecnológica que debe responder a las necesidades y expectativas de la comunidad en cuanto a la formación de profesionales

En este sentido las mesas multiactorales, de acuerdo a la norma establecida, se convierten en el Consejo Técnico Tecnológico Sociocomunitario Productivo, siendo ésta una instancia de articulación de  diferentes actores del ámbito educativo, social,  productivo, de empleo y la comunidad en general de manera que éstas puedan identificar necesidades, demandas y requerimientos del contexto en el que están instalados los Institutos, y puedan fortalecer el trabajo educativo y promover mejores opciones de acceso a la inserción laboral de los nuevos profesionales técnicos. Se trata de establecer sinergias y acuerdos  entre los actores de tal forma que se pueda aportar efectivamente  a la articulación Educación-Producción-Empleo y a fin de lograr procesos educativos pertinentes a la realidad del empresariado y del contexto productivo nacional.

Las exigencias del sector productivo
Puntualmente se ha trabajado con el sector técnico educativo en los municipios de Tarija, Cochabamba, Oruro y La Paz y logrado que el sector empresarial allegado a las carreras técnicas como Mecánica Automotriz, Agricultura, Veterinaria, Gastronomía, entre otras, conozcan  e intercambien ideas y necesidades con autoridades de los institutos técnicos.  Se reflexionó sobre la importancia de  la capacitación y actualización de los estudiantes de acuerdo a las exigencias de los mercados laborales y de emprendimiento, sobre el acceso al mercado laboral, entre otros.

Entre algunos puntos que mencionó el empresariado como claves para que los estudiantes mejoren sus opciones de acceso al mercado laboral son las consideradas habilidades blandas como puntualidad, honestidad, pro actividad e iniciativa como características clave que se requieren en los sectores productivos, también nombran específicamente  los conocimientos técnicos que  se aprende haciendo – trabajando.

De esta manera se están promoviendo mesas actorales (Consejos Técnicos) en las regiones donde trabaja el proyecto, realizando una primera experiencia de acercamiento  en la que no sólo se informa cómo funcionan los aspectos pedagógicos  en los Institutos Técnicos de educación superior  sino también se intercambia sobre cuáles son los componentes de la educación técnica actual necesarios para el sector productivo nacional; como lo mencionamos anteriormente.  Los empresarios se concentran en las capacidades llamadas blandas como conocimientos necesarios y útiles para iniciar en el ámbito laboral.  Asimismo se conversó sobre el desafío  compartido de mejorar el acceso de los jóvenes a empleos formales y dignos, dialogando con el empresariado sobre la corresponsabilidad en la formación técnica de los jóvenes y  la necesidad de un rol protagónico de este sector para mejorar los niveles de acceso a empleo. 

En los municipios mencionados se logró también posicionar la temática de educación técnica en las gobernaciones y direcciones departamentales de educación; en el caso de La Paz y Cochabamba se convocó a varios actores sociales y productivos – empresariales para iniciar esta discusión  tales como Banco de Desarrollo Productivo, Cámara Alemana, Alcaldía de La Paz y El Alto, Gobernaciones, Programa de Apoyo al Empleo del Ministerio de Trabajo entre otros, iniciando de esta manera el debate necesario sobre estos temas y estableciéndose los primeros acuerdos para el trabajo colaborativo en beneficio de las y los estudiantes, egresadas y egresados de formación técnica profesional. Esperamos con este proceso que el empresariado concientizado inicie un proceso de acercamiento a los institutos técnicos y de apertura para iniciar nuevos procesos de prácticas profesionales, pasantías u otros.

Nuevos perfiles de formación
En procesos más específicos de acercamiento al empresariado sectorial, se elaboraron Perfiles ocupacionales de 24 carreras, logrando puntualizar qué competencias específicas se requieren por parte de los y las estudiantes para responder adecuadamente a los requerimientos profesionales del mercado laboral. A partir de este trabajo se inició en la gestión 2017 el trabajo de  elaboración de proyectos formativos que se  convierten en una estrategia pedagógica destinada a incentivar la práctica laboral desde 1er semestre hasta 6to semestre, integrando de esta manera las distintas asignaturas propuestas en la malla curricular y respetando los contenidos plasmados en los programas de asignatura de los docentes.
Un proyecto formativo es útil para los estudiantes, puesto que inician sus actividades laborales sencillas a través de una práctica laboral, según su especialidad y en base a conocimientos básicos de algún área específica.
En ese marco, se ve como estratégico promover este acercamiento entre los institutos técnicos tecnológicos y los sectores productivos-empresariales, de modo de ir fortaleciendo las capacidades blandas y las capacidades técnicas requeridas por estos sectores de acuerdo a la demanda del mercado laboral.