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¿Podemos erradicar la violencia contra la mujer?

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Fecha: 
27 Marzo, 2013

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Hoy en día resulta fundamental entender que las leyes no bastan para dejar atrás  las situaciones de exclusión social, discriminación y violencia que viven las mujeres. El aporte de la educación para un cambio de mentalidad y actitud es vital para construir una nueva sociedad con mayor equidad para mujeres y hombres.

Bajo este enfoque la Comisión Episcopal de Educación, que cuenta con el apoyo del Programa de Formación técnica profesional de  la Cooperación Suiza en Bolivia, realizó en el mes de marzo una serie de talleres en los que se abordó la temática de equidad de género en el que participaron alrededor de 50 facilitadores de formación técnica de los Departamentos de La Paz, Beni, Cochabamba, Oruro, Potosí y Santa Cruz.

En la primera parte de los talleres los  participantes expusieron las limitaciones con las que se enfrentan para abordar la temática de equidad de género en los espacios de formación técnica.  Unos manifestaron las  dificultades de expresar el tema en idiomas originarios como el guaraní o el guarayo. Otros, indicaron que las situaciones de violencia son naturalizadas en los espacios familiares y privados, siendo una barrera para el abordaje del tema.

Durante el intercambio entre  participantes se enfatizó en el hecho de trabajar en el tema de la violencia y la importancia de dejar de naturalizarla.  Se ejemplificó esta situación indicando que en muchas comunidades el marido golpea a la esposa y se considera que es un hecho privado y familiar, cuando en realidad “es una situación pública, de salud y de solidaridad social donde todos y todas tenemos una responsabilidad”, exponía Dalia Rocha, técnica de la Comisión Episcopal de Educación.

 Un segundo aspecto abordado en el taller fue la construcción de historias de vida o cuentos cortos que permitan al educador exponer situaciones concretas y construir herramientas lúdicas de enseñanza a ser utilizadas en el aula.  Allí se desarrollaron historias sobre infidelidad, violencia, discriminación, pobreza, marginación, explotación y otros que también exponen la inequidad de género.

“No basta con reconocer que las mujeres deben tener trabajo, una vida social y política activa, debemos ser conscientes, valorar y encontrar diversos espacios para construir una sociedad más inclusiva”, exponía Dalia Rocha, técnica de la Comisión Episcopal de Educación a tiempo de sintetizar lo trabajado.

Al finalizar la jornada, muchos de los educadores intercambiaron reflexiones sobre acciones concretas que se podrían poner en marcha para contribuir a una mayor participación de la mujer en todos los espacios educativos, de formación y comunitarios.  Asimismo, se mencionó que también  se debe lograr condiciones para mejorar los centros de formación técnica profesional para los casos en que las mujeres lleguen a los centros con sus hijos o hijas o tengan dificultades familiares para participar de procesos formativos. 

Los educadores o facilitadores de formación técnica, indicaron los propios participantes, pueden contribuir en generar las bases para una sociedad no violenta.

 

Invitamos al lector a ver la GALERÍA DE FOTOS del evento (pinche aqui)