El CEA Jorge Vargas, pionero y líder en la formación técnica de Monteagudo

El CEA Jorge Vargas es pionero de la educación alternativa de jóvenes y adultos en Monteagudo (Chuquisaca) porque inició su labor educativa hace 30 años.  En ese tiempo, abrió  sus puertas a 60  personas que deseaban concluir sus estudios primarios y secundarios.  Hoy,  con poco más de 500 participantes, demuestra que es un Centro líder principalmente en el área técnica y productiva.

En la década de los ’80, recibió el apoyo técnico y financiero de la Asociación Alemana para la Educación de Adultos, institución que contribuyó en abrir talleres destinados a la educación técnica como costura y  pastelería, para mencionar algunos.

En la actualidad mujeres y hombres  desde los 15 años en adelante, de Monteagudo y otras regiones, acceden a sus aulas en busca de aprendizajes en las áreas: textil, electricidad residencial, electricidad del automóvil, pastelería y panadería; además de gastronomía. Con el equipamiento adecuado, el material de trabajo y docentes actualizados los  y las participantes acceden a  títulos  de técnico básico así como las habilidades necesarias que les permita abrir un negocio propio o acceder a un empleo con una remuneración mayor.

La calidad educativa alcanzada por el Centro, en gran medida, se debe a una favorable gestión y alianzas logradas por el personal directivo del Centro con reconocidas instituciones como la Fundación  Educación para el Desarrollo (FAUTAPO) y el Programa de Capacitación Laboral (proCAP) de la Cooperación Suiza en Bolivia.  Gracias a este acercamiento, el CEA cuenta con la infraestructura, equipamiento y capacitación de docentes que permiten fortalecer la calidad educativa.

Una estudiante de costura, quien cursa el módulo tres de corte y confección, manifiesta que le gusta el tema del diseño de modas y que, a futuro, ella se siente segura de emprender un negocio que le apoye a mejorar sus recursos y los de su familia.

En la carrera de pastelería y panadería, la facilitadora y educadora afirma que sus participantes  logran las competencias necesarias para la preparación de diversas masas  (galletas, tortas, postres y otros), además de aprender como deben exponer sus productos en  novedosos e higiénicos envases que generalmente elaboran cuando se presentan en ferias locales.

La prueba de que esta carrera logró la aceptación de la población de Monteagudo es que las participantes lograron vender todos sus productos en una de las ferias locales y obtener un reconocimiento público, por parte de las autoridades y pobladores de la zona.

“Yo no he estudiado nada y por eso quería aprender algo.  Tenía vergüenza y también pensaba que no podía aprender nada”, dice una participante de pastelería quien expresa que actualmente se siente confiada  y motivada para seguir aprendiendo.

Una carrera que muestra rostros jóvenes es la de instalación eléctrica domiciliaria y la de electricidad del automotor.  En éstas participan,  principalmente,  jóvenes que están entre los  15 y 16 años quienes estudian por la mañana en el sistema formal y, en la noche, asisten al CEA Jorge Vargas.  Según  ellos, sus mamás o papás los han motivado a ingresar a estas carreras, pero también, indican, son atraídos por los cables, las luces, los motores y las herramientas.

 “Yo  tengo mi vehículo y algunas veces me he quedado en el camino sin saber que hacer; además que llevar a un taller eléctrico resulta caro”, expresa Ricardo quien desea instalar un taller cuando egrese del CEA   y reconoce que esta ocupación le dará un “buen dinero”.

En cuanto a aromas y sabores, la carrera de preparación de alimentos y bebidas, es una oferta que rápidamente logro buenos  frutos en Monteagudo, prueba de ellos es que la mayoría de las personas egresadas cuentan con pensiones o puestos de comida, nos dice la facilitadora de la carrera.  Un promedio de 15 a 20 personas se inscriben en esta carrera cada año y los(as) participantes logran  obtener un importante dominio de lo que es la comida nacional e internacional; además de lograr favorables competencias en higiene y nutrición.

Pasaron y pasarán muchas generaciones por las aulas del CEA Jorge Vargas y, seguramente, muchas de ellas  satisfechas de haber utilizado su tiempo apropiadamente pero, principalmente, contentas de contar con los conocimientos y habilidades necesarias que les permita acceder a nuevos e interesantes espacios de trabajo.