Tres en uno, doña Clavelia se certificó como cocinera, productora de quinua y de ganado camélido

Con 65 años de edad y una alegría inmensa, doña Clavelia recibió sus Certificados de Competencias de Gastronomía, Productora de Quinua y Productora en Ganado Camélido en la Comunidad de San Cristóbal en Uyuni. “Más orgullosa no podía estar”, dice mostrando su hazaña, tres certificados otorgados por el Sistema Plurinacional de Certificación de Competencias (SPCC), dependiente del Ministerio de Educación.

Ella es una de las más de 33.500 trabajadores(as) y productores, de todo el país, que recibieron sus certificados de competencias otorgado por el Ministerio de Educación. Desde el 2008 al presente, se reconocieron los saberes, conocimientos y experiencias de miles de bolivianas y bolivianas que aprendieron su ocupación en la “Universidad de la Vida”, como alguna vez lo dijera el Presidente Evo Morales.

En la comunidad San Cristobal, compuesta de familias eminentemente mineros, doña Clavelia junto a otras señoras conformaron una agrupación “Jayula Warmis- Mujeres del cerro” en la que pusieron en práctica sus aprendizajes sobre el preparado de comidas tradicionales de la zona, mismas que aprendieron desde niñas con sus mamás y abuelas. Sus conocimientos de más de 40 años, posibilitó acceder a la certificación como experta en Gastronomía (cocina).

“Yo he aprendido a cocinar de todo, como el Kala Pari la lagua de maíz pelado con piedra volcánica, después los platos de quinua con carne de llama como me enseño mi mamá y yo también enseño a mis hijos”, dice, al mostrar sus otros dos certificados que la certifican como experta productora de ganado camélido y quinua, dos ocupaciones comunes en esta región del país.

Junto con ella, el SPCC certificó a otros 94 productores de Quinua, 55 Productores de Ganado Camélido y 32 Trabajadores Gastronómicos (Cocineros), todos ellos con una ocupación que ejercen desde hace mínimamente cinco años.

Finalmente, doña Clavelia cuenta que siendo cocinera, pero también criando camélidos y cultivando quinua real, ocupaciones que aprendió en la vida, generó recursos para el sustento familiar y para apoyar la educación de sus siete hijos, quienes estudiaron para profesores y otros para  ingenieros agrónomos, un ingeniero en Sistemas, otro Eléctrico y una de ellas que hace su maestría en Finanzas en Rusia.