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“Es necesario un compromiso a nivel nacional en favor de la formación técnica”

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Fecha: 
12 Julio, 2019

Fuente:

Autor: 
Denisse Hanna

En el Marco de la Semana de Acción Mundial por el Derecho a la Educación realizada en Bolivia, en junio pasado, Mónica Loayza, experta en formación técnica y actualmente funcionaria del Programa de Alianza por el Compromiso Cívico de ICCO y Edukans de Holanda, quienes trabajan en inclusión, apoyo a grupos desfavorecidos y educación nos concede una entrevista al proyecto Formación técnica profesional y nos comenta de algunos puntos relevantes a tomar en cuenta en la formación técnica en el país.

FT: ¿Cuál el panorama de formación técnica en Bolivia?

ML: Bolivia ha incrementado las coberturas de educación primaria y secundaria y, sin embargo, hay un contingente grande de jóvenes que no terminan la secundaría por pertenecer a grupos vulnerables, es decir familias de áreas rurales, pueblos indígenas o de bajos ingresos.  Además, tenemos otro problema en el país que es la educación técnica y tecnología que no es bien valorada por la población en general. Muchos padres de familia esperan que sus hijos accedan a una universidad cuando el país necesita más profesionales técnicos, ya que los egresados de universidades no pueden encontrar trabajo en sus áreas de formación.

En la Ley 070, la Agenda Patriótica 2025 y el Plan de Desarrollo Económico y Social, se plantea el vínculo entre educación y producción (Ley 070) y se establecen complejos productivos territoriales en sectores generadores de empleo y otros generadores de excedente económico. En los primeros, se encuentran sectores como la industria textil, agroindustria, turismo y hospitalidad y otros que requieren técnicos especializados en áreas estratégicas para el desarrollo del país.

Hay, en este contexto, una necesidad de generar acceso con equidad a la educación técnica y tecnología en Institutos y Centros de formación técnica.

FT: ¿Qué es lo que está demandando el mercado de trabajo?

ML: Hubo un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) donde se analizó la oferta de habilidades de los jóvenes como también de la demanda de las mismas en el mercado de trabajo. Ahí se aprecia que hay una brecha grande entre la demanda de habilidades y la oferta de las mismas que tienen los jóvenes. Un ejemplo claro es que las empresas buscan habilidades que los jóvenes no han adquirido ni siquiera en educación primaria, ni secundaria y tampoco en educación técnica. 

En este contexto, hay que lograr un emparejamiento entre las habilidades cognitivas, técnicas y socioemocionales que desarrollan los jóvenes en sus procesos formativos y las demandas laborales, con la idea de lograr que los jóvenes encuentren empleos dignos. A esto se suma que hay evidencias como las que más del 80% de los despidos de los empleos son por la falta de habilidades cognitivas y socioemocionales, en tanto que las habilidades técnicas son aprendidas por las personas jóvenes. 

Asimismo, se evidencia que en aquellos sectores que se requieren menos habilidades hay mayor permanencia laboral de los jóvenes y la idea principal es que accedan a empleos formales, con salarios dignos, a la par de tener un buen desempeño, ser productivos y que se consolide ese capital humano en los puestos de trabajo.

Considero que se necesita hacer un análisis de las demandas de las empresas y saber qué especialidades demandan, con qué tipo de habilidades técnicas, cognitivas y socioemocionales, condición que podría permitir se elaboren o adecuen las mallas curriculares de los Centros de Educación Alternativa e Institutos Técnicos Tecnológicos en relación con lo que demanda el mercado.  Pienso que ahí lograremos ese equilibrio esperado entre oferta y demanda en el mercado de trabajo.

FT: ¿Será fácil contar con el apoyo del sector privado en favor de la formación técnica?

ML: La idea es que se creen incentivos para las empresas.  Asimismo, ya hay ejemplos que el Estado, a través del financiamiento externo, que pueden cubrir una parte del salario que debería ser asumido por el empleador. Es el caso del Programa de Generación de Empleo implementado por el Ministerio de Planificación del Desarrollo, o del Programa Mi Primer Empleo Digno. Este esquema podría mantenerse, por lo menos para personas en mayor vulnerabilidad como mujeres jóvenes embarazadas o que tienen hijos, jóvenes en situación de pobreza, del área rural o de pueblos indígenas; pero la idea es que esto sea sostenible y que incluya a empresarios privados y varios actores públicos que tienen que ver con los sectores productivos y puedan generar una política consensuada e integral.

También tenemos que tomar en cuenta que tenemos otro problema en Bolivia, un 90% de las empresas que existen son micro y pequeñas empresas y, muchas de ellas, no están formalizadas, no están registradas en FUNDAEMPRESA, no cuentan con el registro de empleados.  En este contexto, se necesita apostar por buenos incentivos para que estas empresas puedan formalizarse ya sea reduciendo el número de trámites que se necesitan y les permitan ser exitosas y no con costos elevados.  Por ejemplo, los dobles aguinaldos tienen altos costos y generaron problemas de financiamiento en la mayoría de las empresas.  Fue claro ver que muchas empresas entraron en problemas de sostenibilidad en este contexto.

FT: ¿Cuál es el costo de la formación técnica?

ML: Para generar ofertas de carreras técnicas se necesita infraestructura, materiales, equipamiento e insumos adecuados y, generalmente, se recomienda se pueda lograr cofinanciamiento de varios actores. No es viable que solamente sea el Estado quien asuma el financiamiento de la formación técnica por lo que se debe lograr aportes de empresas y de los mismos participantes, por ejemplo que los estudiantes puedan pagar un costo, aunque sea simbólico, y que se genere mayores recursos que permitan una formación en buenas condiciones, con pertinencia y calidad.

Lo más complicado es esto, el asumir los costos de una formación en buenas condiciones, con calidad y otros países lo han logrado. Por esto, hay que hacer un compromiso nacional para lograr este financiamiento de manera sostenible, entre sector público y empresa privada, para ir mejorando de forma gradual.  Si bien la inversión pública en educación respecto al PIB en Bolivia es la segunda más elevada, la formación técnica sigue rezagada en cuanto a inversión. La prioridad ha sido concentrar en educación regular, sobre todo primaria y secundaria. 

FT: ¿Cuál la situación de la educación técnica en Secundaria?

ML: Hay más de 300 unidades educativas fiscales plenas de acuerdo a información del Ministerio de Educación, en las que se aplica el Bachillerato Técnico Humanístico y en las que se adaptaron aulas para estos procesos formativos; sin embargo, se imparten carreras que no necesariamente toman en cuenta las vocaciones productivas de la zona. Un ejemplo claro es que hay muchos contadores generales y hay sobre oferta de esta área en el mercado, situación que genera problemas de inserción laboral.

Este tema requiere ser analizado en profundidad y plantear soluciones multisectoriales, involucrando no solamente al Ministerio de Educación sino a ministerios del área productiva, pero también elaborar currículos en directa relación con las demandas de las regiones.  También se debe lograr que los jóvenes, que cuenten con el título de técnico medio luego de concluir el Bachillerato técnico humanístico, puedan acceder a otros niveles de enseñanza superior cuando así lo deseen.