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El aporte de la Comisión Episcopal de Educación al modelo sociocomunitario productivo

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Fecha: 
28 Noviembre, 2017

Fuente:

Autor: 
David Coaquira, Julio César Suarez y Jaime Tapia Portugal

El contexto para la educación técnica es el de una economía terciaria, en la que el 70% de la población trabaja en el sector informal y la mayoría en condiciones de precariedad, con bajos ingresos, bajas condiciones sociales en lo laboral y también de pocos requerimientos de conocimientos, habilidades y destrezas. Somos un país de emprendedores, no solo por necesidad, sino por oportunidad, éstas economías familiares y micro-empresariales, son las que generan la mayor cantidad de empleo. Su aporte es importante, contribuyen con el 35% del PIB, pero no tienen la formación suficiente para desarrollar actividades económicas. Solamente el 25% de la PEA tiene formación para el trabajo y de estos, el 20% tiene formación universitaria y el 5% formación técnica. Por lo visto, el acceso a la formación técnica, tecnológica y productiva, es un tema fundamental no resuelto. El proyecto trabajó en el reto de generar estrategias para mejorar el acceso a la formación y capacitación técnica y tecnológica.

Por otro lado, la formación técnica requiere de la construcción de mecanismos operativos para mejorar su pertinencia con las necesidades de los sectores productivos, del mundo del trabajo y de las personas en función del desarrollo comunitario, local, regional o nacional, en concordancia con las políticas educativas y de desarrollo económico del país. Asimismo, un tercer reto que el proyecto abordó fueron los procedimientos para mejorar la calidad educativa, tanto en los temas de gestión institucional como en los aspectos pedagógicos, en el contexto de aplicación del modelo sociocomunitario productivo, especialmente considerando la planificación territorial de la Educación Alternativa.

El objetivo

La Comisión Episcopal de Educación (CEE) del Proyecto Formación técnica profesional apoyado por la Cooperación suiza en Bolivia (2006-2017),tuvo la finalidad de contribuir a mejorar las condiciones de vida de las personas, familias y comunidades, incrementando sus oportunidades de acceso al mundo del trabajo y dinamizando sus sistemas sociales y productivos, en ese marco se propone mejorar el acceso, la pertinencia y calidad de la formación integral y capacitación técnica productiva. Los objetivos específicos se orientaron  a desarrollar competencias productivas y sociales de personas jóvenes y adultas facilitando sus oportunidades de integración al mundo laboral. 

 

 

Acciones en formación técnica

El proyecto desarrolló acciones de Fortalecimiento Organizativo e Institucional orientados especialmente a la gestión de la calidad y la innovación; adecuaciones en la estructura organizativa de los Centros educativos, incorporación de mecanismos estables de coordinación con las autoridades municipales y comunitarias; apoyo al desarrollo de alianzas con sectores productivos y proyectos de desarrollo económico y social, orientadas a la pertinencia de la formación con el mundo laboral; apoyo al diseño de estrategias de la sostenibilidad con participación social y diversificación de fuentes de financiamiento, desde el enfoque de gobernabilidad.

Los Centros educativos desarrollaron una estrategia de innovación pedagógica y mejoramiento continuo de la calidad educativa que permite la construcción permanente de pertinencia curricular con los requerimientos de los sectores productivos, el desarrollo de nuevas metodologías didácticas y producción de materiales educativos por los propios docentes; procesos de capacitación por demanda de productores activos organizados; e introducción de mecanismos de pasantías e inserción laboral desde Institutos Técnicos Superiores. La incorporación de educación para el emprendimiento productivo como un eje fundamental de la formación técnica, tecnológica y productiva, orientada  a la generación de emprendimientos productivos y al mejoramiento de la gestión de iniciativas económicas en marcha.

En función de la calidad y pertinencia, se aportó en el mejoramiento de condiciones físicas y equipamiento de centros educativos, a partir de diagnósticos especializados; asimismo se instaló métodos para el mantenimiento preventivo y correctivo de máquinas, equipos y herramientas, como parte de la cultura institucional. Finalmente, se desarrollaron mecanismos que permiten a los Centros educativos y sus participantes, acceso permanente a información sobre Servicios Financieros y No Financieros para la inserción laboral y el desarrollo de emprendimientos, especialmente con entidades financieras privadas y públicas.

 

Resultados

  • 21 centros educativos funcionando con un nuevo modelo de gestión orientado a la calidad, pertinencia y con nuevos mecanismos para facilitar el acceso a la formación técnica profesional,
  • 21 centros con nueva y adecuada estructura organizativa, y con diversificación de fuentes de financiamiento y con estrategias de sostenibilidad social y financiera en marcha.
  • 21 centros educativos articulados a instituciones sociales y económicas del entorno regional, con servicios de prestaciones y contraprestaciones, incluyendo pasantías e inserción laboral, generando de ésta manera corresponsabilidad social por la educación productiva.
  • 464 docentes y directores(as) gestionando la calidad de la educación técnica, tecnológica y productiva, aplicando planes de mejora continua en las áreas pedagógica y administrativa.
  • Docentes de 21 centros educativos, generando métodos y materiales educativos innovadores orientados a mejorar la calidad de los procesos de aprendizaje.
  • 67 ofertas formativas y de capacitación implementadas con nuevas tecnologías, equipamiento  e infraestructura adecuadas según requerimientos de calidad educativa.
  • 14733 Participantes inscritos en procesos de formación.
  • 7008 egresados en 4 niveles de tecnicatura: Básico, Auxiliar, Medio y Superior.
  • 4754 participantes productores capacitados atendidos según requerimientos específicos para mejorar sus procesos productivos, de comercialización o de acceso a fuentes de financiamiento.

Aprendizajes

  • Para lograr impacto institucional, el fortalecimiento de centros debe  orientarse hacia toda la organización educativa, tanto en el área técnica como en la humanística, mediante la asignación de roles complementarios para ambas áreas, en función de la formación técnica profesional. Un plan estratégico institucional cubre todas las áreas de una institución; por tanto, no puede proyectarse únicamente hacia el área técnica; especialmente, respecto de las políticas y objetivos de la calidad educativa, de pertinencia y las que corresponden al acceso educativo.
  • La estructura organizativa de los centros de educación alternativa y regular requieren de una transformación orientada a dar respuesta a los fines de educación productiva y al modelo oficial que lo sustenta. Hay nuevos procesos y funciones que requieren ser atendidos.
  • Es necesaria la diversificación de las fuentes de financiamiento con participación de otros sectores estatales y privados, especialmente de los sectores productivos, en una línea de corresponsabilidad social, en la que la relación sea de beneficio mutuo entre los actores involucrados.
  • Es importante revisar el régimen docente en lo que corresponde a educación técnica, tecnológica y productiva. El modelo sociocomunitario productivo, requiere un cuerpo docente que pueda seguir el ciclo de los procesos productivos, especialmente en el calendario del área agropecuaria o agroforestería, que comprenda y tenga experiencia en el mundo productivo, que pueda leer tendencias de la demanda, tecnológicamente actualizado, especialmente si se quiere que los centros educativos aporten a los procesos productivos locales, regionales y nacionales.

Retos a futuro

• En términos del fortalecimiento de la gestión organizativa e institucional, es fundamental el fortalecimiento  del liderazgo y capacidades de gestión de los aspectos técnico productivos de las autoridades y docentes técnicos de los centros educativos.

• La necesidad de re-conceptualizar el Centro educativo, en la línea de escuela abierta, productiva, con articulaciones institucionalizadas con actores económicos públicos y privados, con un nuevo diseño institucional, orientado a la corresponsabilidad social.

• El primer desafío del currículo, en el marco de la consolidación del Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo, es concretar su pertinencia con los requerimientos de carácter sectorial que hacen al desarrollo local y regional.

• Promover el diálogo social orientado a la consolidación de la política educativa para incidir en la construcción de infraestructura, equipamiento y mantenimiento en torno al desarrollo local y regional.

• Desarrollar un “Sistema de seguimiento, monitoreo y articulación al mercado laboral” de egresados(as) de Centros de Formación Técnica, para generar corresponsabilidad en la formación y análisis de la visión formativa productiva.